Versus: De catedrales y castillos

 

En este nuevo Versus  vamos a virar de rumbo y comparar dos eurogames de mecánica similar, que no es otra que la colocación de trabajadores. Por una parte, un juego de sobras conocido por todos y que para muchos es casi el “non plus ultra” de esta rama de los juegos de mesa. Por otro, un semidesconocido que ha pasado de puntillas por el ámbito lúdico y que , sin embargo, estamos convencidos que tras su desconocimiento, se esconde toda una maravilla.

 

Los protagonistas de nuestro encuentro, pues, son:

 

 

Vs

 

 

¿QUIÉN ES QUIÉN?

Florenza es un juego para un grupo entre 2 y 5 jugadores, aunque no escala bien a su máximo número, por lo que recomiendo que más de 4 jugadores no se sienten delante de él. Editado en 2010, su duración ronda las tres horas. Su creador es Stefano Groppi, desconocido en el mundillo, con solo otro juego publicado ( Ark & Noah).

 

En Florenza encarnamos el papel de una familia de Mecenas renacentistas, los cuales, ejercerán su patronazgo a los mas granado de los artistas italianos del periodo para que estos esculpan, pinten o construyan algunas de las obras de arte más grandiosas de la historia. Ya sea en nuestra propia residencia, en la ciudad o en la catedral, nuestros artistas darán rienda suelta a su creatividad para crear bellas obras sin parangón. Dichas obras, obviamente, nos otorgarán puntos de victoria, dicho lo cual, aquel que tenga mas de estos codiciados puntos, obtendrá la victoria.

 

Para más información, podéis visitar a nuestro amigo Black Meeple.

 

Una partida de Florenza

 

Caylus, para el jugón que haya estado en Marte los últimos 8 años, es un juego de William Attia editado en 2005 y que en nuestro país publica Edge. Del autor, remarcar que pese al tiempo que hace de la publicación del juego, es su ”one hit wonder” sin nada mas remarcable, mas allá de “Caylus Magna Carta”, que no deja de ser una vuelta de tuerca a este mismo juego.

 

Para un grupo que va desde los 2 a los 5 jugadores, pero que brilla especialmente en las distancias cortas siendo 2 o 3 su número óptimo de jugadores y de duración alrededor de los 90 minutos.

 

Caylus nos mete en la piel de maestros constructores con la misión de concluir el castillo de dicha ciudad durante el siglo XIII. Mientras construimos dicho castillo, también haremos que la ciudad que lo alberga crezca con nuevas construcciones y todo esto, nos dará esos puntillos de victoria que al final de la partida nos dirá quién es el ganador. No vamos a enlazar ninguna reseña, ya que con sólo navegar un poco por la red podréis encontrar montones de ellas.

 

El jugador azul no es muy ordenado, como se puede comprobar

 

ROUND 1: COMPONENTES

Florenza presenta unos muy buenos componentes, con una enorme cantidad de cubos de múltiples colores, cartas de suficiente grosor, unos tableros personales de buen cartón y otro central en forma de octógono, precioso. Este tablero central es la ciudad en sí, diferenciándose en esta, la catedral que ocupa toda el área central y dejando el resto de la ciudad para los bordes de dicho tablero.

 

La nota negativa, pero muy negativa, se la otorgamos a los contadores de puntos de victoria en forma de billetes. Feos, poco manejables, fácilmente rompibles….un desastre, vaya. Para mi gusto, mejor haríamos buscándonos unos sustitutos en forma de fichas de póker o hasta un lápiz y papel para ir apuntando dichos puntos. Una auténtica inutilidad estos billetes.

 

Los billetes, camuflados con el resto de la caja, para pasar desapercibidos

 

Caylus, por su parte, tiene unos componentes más funcionales. Un tablero con su clásico “track” de puntos de victoria alrededor de este, unas monedas de cartón que cumplen, y una buena cantidad de madera para simular los trabajadores y las casas que colocaremos junto al castillo o en un edificio para indicar que nos pertenece.

 

La realidad es que uno podría contentarse con esto hasta que ve la edición deluxe. Un tablero de colores mas oscuros, mucho mas acorde con la época, monedas de metal  y unas fantásticas ilustraciones para los edificios  al mas puro estilo románico, Pantocrátor  incluido. Sencillamente asombrosas  estas losetas.

 

Y vió Dios que era bueno...

 

ROUND 2: TEMAS Y MECÁNICAS

Lo primero de lo que hay que hablar entre las diferencias de estos dos juegos es el tema- Por una parte, no nos vamos a mentir, Caylus si de algo carece es de esto. Lo mismo nos da que seamos maestros constructores del rey Felipe IV que una cuadrilla de alicatadores de cuarto de baño. El tema es nulo, y nuestro interés no va por estas lides.

 

Florenza sin embargo, si que tiene esto de lo que carece el juego de Attia. Algunos dirán que el sistema es similar, colocar nuestros peones para hacer distintas acciones entre recoger cubos o gastarlos en obtener puntos de victoria, pero entre medias si que hay una distinción, y esta no es otra que los personajes. Cada turno tendremos una serie de artistas renacentistas disponibles para que construyan nuestras obras. La mecánica que presenta el juego nos va a proveer todos los turnos de un número de estos artistas que irán apareciendo por la vida de la capital de la Toscana y que por unos florines podremos adquirir. Y personalmente, ver como Leonardo Da Vinci te pinta “La última cena” en tu propia residencia o contratar a Bernini y que  seas su mecenas para que este esculpa “El baldaquino de San Pedro” en la catedral, para cualquier aficionado al arte es un subidón.

 

La vida en Florencia.Porque esta puede ser maravillosa.

 

Han llamado a esta mecánica “La vida en Florencia” mediante la cual, simulando el paso de los años, , irán apareciendo nuevos artistas cada turno, a la par que otros mueren dejando su hueco disponible. El lector avizor se dará cuenta a poco que investigue que pueden pasear por las calles de la ciudad personajes que vivieron con un siglo de distancia como los dos mas arribas citados, pero eso es algo por lo que pasar el tupido velo.



Además, el juego presenta un elemento de azar en forma de dado, y que cada vez que entreguemos los cubos de las distintas mercancías y nuestro artista se ponga manos a la obra, tiraremos para comprobar si consigue sublimar su obra maestra. A resultado mas alto, algún punto de victoria de mas que nos otorgará el artista, ya que simbolizará que ha creado una obra maestra. Es un elemento de azar, que al que pueda no gustarle, no tardará en encontrar en BGG una “home rule” para sustituirla (y funciona bien), pero que no deja de darle cierto encanto al juego.

 

Escultor de día, tortuga ninja de noche

 

Otra de las diferencias mas significativas que podemos encontrar entre los juegos, es su duración. Florenza alarga su partida hasta prácticamente el doble de tiempo que Caylus, y esto es debido principalmente por dos factores:

 

El primero de ellos es su complejidad. Caylus no destaca por ser un juego ligero, precisamente, ya que presenta multitud de opciones a elegir o decisiones que tomar, pero estas palidecen ante el juego de Groppi. Difícilmente en el juego del creador francés  vas a ubicar a tus seis trabajadores todos los turnos, sin embargo en Florenza la colocación de una ingente cantidad de trabajadores es la norma. Seis al menos cada turno, mas la opción de ir adquiriendo nuevos peones que nos hará llegar a la cifra de ocho ( y que considero totalmente necesarios si quieres obtener la victoria en el juego).

 

Desde el principio tendremos que ubicar dichos peones buscando rentar las acciones, y en un momento dado las opciones disponibles abruman. Personalmente soy un enamorado de los euros sesudos, por lo que la idea de exprimirme la cabeza buscando rentabilizar mis acciones, me seduce, pero entiendo perfectamente a cualquiera que se ponga delante del juego y vea como este le exige durante casi tres horas y diga que verdes las han segado. Y el juego penaliza gravemente los errores en según que momento. Un cubo mal calculado para una construcción, pueden ser los puntos de victoria suficientes como para pasar del primero al último. Y de esta primera razón, deriva la sesión…el A/P.

 

Si, no se puede negar la evidencia del Análisis/Parálisis que crea el juego. Calcular mentalmente cuantos cubos de cada color necesitas para esa construcción y cuando trabajadores debes asignar para conseguirlos, es tarea laboriosa. Y no hablamos  cuando tengas que hacer más de una construcción por turno…lamentablemente la complejidad de este juego, nos genera el enemigo número 1 del jugón. Por lo que recomiendo encarecidamente a cualquiera que tenga un amigo “ancla” abstenerse de jugar con él.

 

Reloj, no marques las horas

 

Ambos juegos presentan cierta interactividad entre los jugadores. El juego que edita Egde tiene la mecánica del preboste para permitir o no, que ciertos edificios sean utilizados para otorgar sus beneficios. Una mecánica que no voy a descubrir y según la cual, su autor ha sido mundialmente alabado.

 

Florenza sin ser tan original, presenta la posibilidad de permitir a los jugadores utilizar sus trabajadores en las posesiones de otro jugador, colocando nuestro peón sobre dicho edificio en el tablero personal del otro jugador a cambio de un coste, así como las acciones del obispo o “il capitano del popolo.

 

Y la última diferencia a destacar, tiene en parte que ver con los juegos y en parte no. La parte que los toca de cerca, es la accesibilidad de uno y otro. Cuando alguien nos insta a jugar a un colocación de trabajadores sesudo, inmediatamente recurrimos a Caylus. Porque lo es, y porque es fácilmente adquirible. Todo el mundo lo tiene a mano, o conoce a alguien que lo tiene…o en el peor de los casos va a la tienda y se lo compra. Lamentablemente el juego de Placentia Games no lo vas a encontrar en una Fnac como el otro. Es mas, lo mas probable es que ni puedas adquirirlo en una tienda especializada, teniendo que buscarlo durante meses y una vez lo encuentres desembolsar su precio, bastante superior al otro, además de que no es para cualquiera. Florenza es el Everest de esta temática. Sin ser el mas difícil, es el mas alto.

 

Tablero personal de la familia Rucellai

 

ROUND 3: CONCLUSIONES

Lo primero que debo comentar en este apartado es la calidad de ambos juegos. Son dos juegazos. De Caylus no descubro la pólvora precisamente ya que es de sobras conocido por todos, pero Florenza es toda una joya entre el fango. Un juego ubicado entre el 800 y el 900 del ranking de BGG, que desde que apareció en Essen 2010 apenas nadie ha comentado y luego resulta ser una maravilla….además de lo atractivo visualmente que es.

 

¿Nos suena de cierta caja, verdad?

 

Al juego de Attia, he jugado muchísimas mas partidas que al de Groppi, y es de todos conocidos su complejidad  táctica o sus variados caminos a la victoria, cosa de la que no puedo decir del otro con el que lo comparo. No quiero decir que Florenza tenga una estrategia ganadora, ni mucho menos, pero no hay tantos modos de obtener la victoria. Los puntos los otorgan los edificios y allí has de ir. De ti depende ser más rápido que los demás en construir el ábside la catedral, por citar un ejemplo, y en esta y en futuras partidas eso va a ser igual. Bien es cierto, que entre tus territorios y los de la ciudad, tienes construcciones para no repetirlas en varias partidas, pero considero que Caylus presenta un abanico más amplio.

 

Y realmente esta razón junto a la de la larga duración de la partida, es lo que me hace decantarme por el juego de Ystari. Ambos no dejan de ser la misma mecánica, Florenza “solamente” extiende la que crea el anterior, y además ser original, para mi, ha de primarse, por lo que el vencedor de este versus no es otro que:

 

 

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